Mentiras.

Odio la mentira, que me mientan o nieguen algo que es más que evidente. Odio que me oculten las cosas, la cobardía y los celos. Odio no hacer las cosas bien, hacer daño a la personas que me importan, pero sobre todo hacerle daño a él.
No soy de mentir a nadie, y acabé por mentirme a mí misma, y lo peor de todo, por creer mi propia mentira; la de creer que no te quería.

- ¿Sabes?

... He oído que solo los idiotas son felices, y ¿sabes lo que creo?
+ ¿Que?
- Que contigo yo soy la persona más idiota del mundo entero.

Puedo decir

Gritar al cielo que te amo y que si te tengo no te dejaré escapar, pero no puedo decírtelo a la cara. Podría decir 'Te quiero' en veinte idiomas diferentes, podría cantar canciones románticas hasta que ni yo misma las aguante, tirarme desde un edificio sabiendo que tu estarás abajo e incluso besar al aire sintiendo que no estás, pero imaginándomelo. El sentimiento más bonito, es el que te lo imaginas. Poder pensar en un romance de dos, besar a almohadas y acostarse agarrada a esa almohada, imaginando que es él. Pensando en lo que haría y acabar hablando sola. Pero aún así, espero que me puedas querer como yo lo hago contigo con todos tus defectos.

Elegir un final

A las chicas nos enseñan muchas cosas desde pequeñas: si un chico te incordia, es que le gustas. Algún día, conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu propio final feliz.
Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos pide que creamos en ellas. Elegir el final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla.
Pero a veces, estamos tan obsesionadas por encontrar nuestro final feliz que nos olvidamos de leer las señales. Las que diferencian a los que nos quieren de los que no, a los que se quedarán de los que se irán. Y es posible que ese final feliz no incluya al hombre ideal. Puede que seas tú, recomponiéndote y volviendo a empezar, liberándote para algo mejor que pueda haber en futuro. Puede ser que el final feliz sea simplemente, pasar página.


O puede que el final feliz sea este: saber que a pesar de todas las cosas, las llamadas no devueltas, de todos los engaños, las meteduras de pata, las señales malinterpretadas. A pesar de todo el dolor y el bochorno, nunca perdiste las esperanzas.

En este momento hay seis mil millones, cuatrocientos setenta millones, ochocientas dieciocho mil, seiscientas setenta y una personas en el mundo. Algunas corren asustadas. Otras vuelven a casa. Algunas dicen mentiras para llegar al final del día. Otras simplemente están enfrentándose a la verdad. Algunos se están enfrentando con los "buenos", y algunos son buenos, luchando con los malvados. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces… todo lo que necesitas es UNA.

Te prometo...

Dime que ya nunca sueñas conmigo, que no hay un solo día en el que me eches de menos, que no se te pasa por la cabeza volverme a ver, que nunca te has imaginado ese momento, que ya no recuerdas aquella noche, que no te mueres por abrazarme, y que ya no piensas en mí, que nunca piensas en mí... ni siquiera un poco... entonces prometo olvidarte, al menos intentarlo.

¿Cómo se puede...?

- ¿Sabes lo que me pone mas triste?
- No, ¿qué?
- Pensar en los besos que no nos vamos a dar, en las cosas que no
nos vamos a decir... ¿Qué tontería no?.

Cómo se puede echar de menos algo que nunca ha ocurrido.

Eres como despertarse a las 2:37 de un lunes pensando que son las 7:15, y darse cuenta de que en realidad te quedan bastantes horas para seguir durmiendo. ¿Sabes cómo te digo? El sonreir, darse la vuelta y acurrucarse entre las sábanas... para mi eres esa sensación.

 El verdadero amor no es el que te quiere porque se lo pidas, 
sino el que cuando le pides un abrazo te da un mundo entero.

A veces...

A veces esperamos demasiado de otras personas, sólo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho más por ellos. A veces sueño que me necesitas a tu lado, que te importo, que con una rosa borras mis lágrimas y me devuelves la sonrisa.

"Para siempre"

Dime que no me quieres, dime que nunca en tu vida has pensado un sólo segundo en mi, también que no echas de menos el no verme cada día, o que cuando hablamos no se te escapa una pequeña sonrisa en la cara, que no te importo absolutamente nada, que siges amando a la misma chica como hace un par de años. Dímelo pero mirándome a los ojos, no mirando al suelo como sueles hacer, dime todo eso y que te dejare en paz, nunca mas pensaré en ti...

Simplemente; yo.

Cuando veo algo que quiero, intento hacer todo lo que este en mis manos para conseguirlo, y hasta que no lo consigo, no me quedo tranquila. Conozco a bastante gente, pero estoy segura de que con los dedos de las manos me sobra para contar a aquellos amigos que son de verdad. Nadie es imprescindible, pero algunos nos hacen más falta. Aunque intento que no sea así, siempre suelo depender de ciertas cosas o personas, sin las que se que no podría ser verdaderamente feliz.

Si hay que no me gusta de mi, es que a pesar de que me hagan daño, perdono y eso a veces me pasa factura. Estoy segura de que lo peor que se puede hacer es perder el tiempo, y yo, lo hago a menudo... Hay cosas en esta vida que en el momento que las pierdes nunca las vuelves a recuperar... La vida es un regalo y cada segundo cuenta. Soy impulsiva, hago cosas sin pensar, esas cosas de las que luego me suelo arrepentir... Es muy fácil hacerme daño, soy bastante sensible, y en sufrir nadie me gana. Me considero simpática, risueña y alguien con quien seguro que puedes reírte, o eso dicen quienes me conocen de verdad.
Siempre busco cualquier excusa para salir, adoro la fiesta y estar con mis amigos. A pesar de ser un poco pesimista, nunca pierdo la esperanza en nada, y siempre intento quedarme con lo mejor de todo lo que me ha pasado. Me río por cualquier tontería y es muy poco lo que pido para ser feliz... Desde hace un tiempo ya no me fío de nada, ni de nadie. No sé elegir, suelo equivocarme muchas veces...Y a pesar de todo, aún creo que mereces la pena...

El "sin valor".

Esto es como un problema matemático. O eliges la opción A o eliges la opción B. Elija la que se elija, siempre es la incorrecta, pero porque no hay otra opción. Siempre se hace daño a la persona que mas quieres, la mas cercana, pero porque la que está mas lejos es inalcanzable.
Una vez pensé en algo y creo que ahora estoy en lo cierto, es verdad que luchamos por aquello que tanto queremos, pero...una vez que vemos que lo tenemos en nuestras manos, una vez que es nuestro...le dejamos de dar esa importancia que al principio tenía y cuando eso pasa...ya es demasiado tarde. Aquello por lo que tanto luchamos y tanto nos costó conseguir, se aleja, desaparece por nuestra soberbia, nuestras tonterias, por lo que sea, pero se va, se pierde para siempre. Y luego llegan los arrepentimientos.

Y cuando ocurre. . .

Cuando crees tener todos tus planes bien echos, cuando crees tener todo bajo control, de repente ocurre, ocurre que esos planes no están tan bien echos como pensabas, que no siempre va a brillar el Sol, que siempre tiene que venir una tormenta que borre y arrastre todo lo que has construido y creias tener. Y cuando eso ocurre...de lo único de lo que tienes ganas es de no continuar, de llorar, de rendirte. Hoy por hoy...yo, me rindo.

Aprenderás a valorar mi presencia,
 cuando mi ausencia en verdad te duela.

Mentiras piadosas

Sí, lo acepto, soy de esas que se duerme en la parte mas interesante de la película. De esas que olvidan el 14 de Febrero. De las que llegan media hora tarde y sonríen mientras piden perdón. De las que hace la maleta cinco minutos antes de salir de viaje. De las que piensa que el orgullo es lo último que se pierde. Acepto que soy la más cabezona y negativa del planeta. Que llevo el móvil en el bolsillo aunque sea cancerigeno y que primero actúo y luego pienso. Miento bastantes veces, mentiras piadosas, eso si. Que soy el ser mas imperfecto y reconozco todos y cada uno de esos defectos. Me equivoco repetidas veces y pido perdón hasta que los aceptan solo para hacerme callar. Nunca he mentido en eso del amor. He dicho que me enamoré y nadie puede decir que no. Dije que te quería y era cierto. Y digo que te he olvidado, y una vez más repito que suelo decir mentiras piadosas.

Cualquier día de estos me enamoro de ti, pero tranquilo, todavía me caes demasiado bien como para hacerte esa putada...

 

No loneliness

Dormir es lo más fácil de hacer. Sólo cierras los ojos. Pero para muchos de nosotros, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos cómo. Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios nos enfrentamos a nuestros miedos y nos entregamos a los demás para ayudar, la noche no da tanto miedo, porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.